
Estaba caperucita roja en la junta internacional de caperucitas rojas, unidas contra el patriarcado de los lobos. Ya había ido al taller de bombas molotov, al de primera línea y a la charla sobre barricadas, antes de escuchar la charla de la abuela: era contra la intervención del leñador como claro ejemplo de un machismo de puro cuento.
Esta si que era una caperucita roja, poh.
COMPAÑERAS, ESTE ES EL
FIN
(DEL PATRIARCADO)
Y ¿no habría que llamarle caperucite roje, ya que estamos?