Jonathan Strange y el señor Norrell de Susanna Clarke – reseñas de cuarentena – 4

Esta es una obra MAESTRA castigada por el látigo de la indiferencia y la ignominia del olvido, por lo menos por acá, porque en el resto del mundo mundial llegó a vender como cuatro millones de ejemplares, dicen. Lo cierto es que es una novela contundente (chorrocientas páginas) que podría servir como arma arrojadiza, almohada yogi, contrapeso en pilates o, ya que estamos, como material de extensa lectura (o sea, para que se sosiegue como una semana el joven lector en cuarentena). Porque esta historia victoriana, ubicada en un mundo donde la magia sí existe, es una joya de estilo (decimonónico al uso, onda sensatez, sentimientos, orgullo y prejuicio, todo en un mismo combo, pero sin Darcy), con gran investigación de la parte histórica (Susanna -permítanme que la tutee-fue editora de libros de cocina, por lo que ya es top. Y muy acuciosa, como la gente que cocina) y con la presencia de los dos personajes del título, que son como una versión en clave hechizo de lo que fuera Mozart y Salieri. O sea, el megaultratalentoso de forma natural y el otro, que es megasupermateo, y que igual le pega, pero que no, que penita lo tuyo, porque frente al otro, siempre quedarás más atrasito. ☹

Y eso es lo que ocurre en este libro. En esta Inglaterra del siglo XIX se habla de magia (y también de un rey Cuervo que podría aparecer y dejar el descalabro), pero no es que anden todos en escobas y solucionando todo con un abracadabra y tal. Al contrario, es como algo escondido y de lo cual dudan muchos, menos el señor Norrell, un vejete algo rancio (onda peluca con talco) que ha coleccionado montones de libros de hechizos y que ha logrado hacer algo por ahí, ganándose el respeto y el temor de algunos. Su problema es que aparece en escena el joven Strange, que con el vuelto del pan hace magia a nivel dios. Y de eso -y una tonelada de personajes mágicos más- trata esta magna obra, que fue publicada hace 16 años y que su autora, que está viva (llevamos dos), Susanna Clarke, no ha acompañado de otra parecida. Hay un libro de cuentos derivados –“Las damas de Grace Adieu”, difícil de encontrar, magistralísimo también- y recién ahora nuestra ídola de hoy anda amenazando con una segunda novela, “Piranesi”, que tratará -dice la prensa- de un señor que vive en una mansión con cientos de piezas y un laberinto acuático además (puro habrá que leerla, obvio, aunque te encargo el pago de contribuciones del Piranesi).

Para lxs flojitxs, hay una serie para la televisión que está muy buena, pero aquí la idea es recomendar lecturas y no atajos mentales. Por eso mismo la nueva edición tiene una foto con los actores, y no el cuervo negro de la primera edición, aquella que compraron los de mi equipo, los que llegaron antes, los tarros con más duraznos de la LIJ, jaj.

Jonathan Strange y el señor Norrell. Salamandra, España. Y efectivamente tiene 800 páginas. ISBN 9788478889730